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BIOGRAFÍA

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© Carlos Félix.

 

 

         “El arte es algo que te llega (te toca el corazón) no puedes explicarlo, pero te llega. Y para sea arte: aquella pintura tiene que tener aquel color, aquella música tiene que tener aquella nota… Si no tiene aquel color, aquella nota, solo pueden haber pasado dos cosas: o te has equivocado, o te has conformado” (1)

"NOTES SOBRE LA MEVA PINTURA" Pilar Perdices

PILAR PERDICES, ARTISTA, 50 AÑOS DE TRAYECTORIA ARTÍSTICA.


Pilar Perdices nació en Maó en 1931. Dos años después dejó Menorca porque a su padre, militar, lo trasladaron a Alcalá de Henares y posteriormente a Zaragoza, donde vivió la guerra civil. Su adolescencia transcurrió en Barcelona, en el barrio de Gracia, donde estudió durante tres años dibujo y pintura en la Escuela de Artes y Oficios (la Llotja). Más tarde, ya casada y madre de una hija, estudió Bellas artes en la Universitat de Barcelona (1962-1967), convirtiéndose en un caso excepcional siendo una mujer y teniendo familia, en un momento en que la universidad era mayoritariamente masculina. Fue profesora de dibujo a INEM de Martorell desde el 1969. El año 1979 fue nombrada profesora agregada de bachillerato, y se convirtió en catedrática numeraria de bachillerato en la especialidad de dibujo el 1982. Obtuvo el título de Mestre Artesano en la modalidad de grabado el 1996.

 

LOS INICIOS EN LOS AÑOS 60, LA FIGURACIÓN

Próxima generacionalmente a los miembros fundadores de “Dau al set”, su formación académica y el comienzo de su trayectoria pictórica llega cuando Tàpies, Ponç y Cuixart ya son artistas reconocidos. Se relaciona con el movimiento cultural y artístico barcelonés de la época, el mejor quizás, de toda la historia del arte catalán. Dice ella que la calle Petritxol, y la sala Parara, marcaban el ritmo artístico y siempre había un ir y venir de pintores y gente amante del arte” Ella es una de las que circula y comparte tertulia con otros artistas con quienes hablan de las obras de Picasso, los libros de Kafka…


Empieza a exponer en 1967 en la Sala Vayreda, y al Círculo Artístico de San Lucas. Pilar Perdices parte de una formación académica y clásica, se especializa en el retrato figurativo demostrando tener un gran dominio de la técnica y la figura. Son José Gutiérrez-Solana y William Turner los sus primeros referentes. Los impresionistas y los pintores de las luces no la dejan indiferente. No hay duda, sin embargo, que la relación que mantiene con autores de la escena barcelonesa condiciona su proyección.


El empoderamiento como artista le llega en la década de los setenta. En ese momento  Jordi Costa, director del taller Picasso, organizaba unas cenas que se llamaban "La Barretina de Xaixa", en el hotel Oriente de la Rambla. Consistían en poner una Barretina a un personaje famoso. Pilar Perdices se la puso a Antoni Tàpies, siendo este gesto un tipo de alternativa para ella en el mundo del arte catalán.

DÉCADA DE LOS 70, EVOLUCIÓN DE LA ABSTRACCIÓN MÁS ALLÁ DEL INFORMALISMO

En esta década,  es cuando algo se transforma, y según ella misma dice “en 1970 fue una suspensión total de la actividad pictórica y prisa de conciencia" (2). Derivada de una crisis personal e indeseables acontecimientos que cambiaron su vida, la artista se concentra en el estudio de la historia del arte y la psicología. Es ahora cuando se replantea su trabajo y, siguiendo su instinto en la investigación de la esencia, empieza la evolución del figurativo al abstracto.


Empieza a desdibujar la figura y simplificar las líneas llegando al límite de la abstracción. Sin demasiados atajos se adentra en el mundo del informalismo, pero empieza a huir de las influencias de Tàpies para adentrarse en nuevos territorios pictóricos. Perdices se diferencia de sus precursores informalistas en cuanto a que ya no se centre en la materia como único camino para concluir el proceso estético, sino que busca crear espacios y atmósferas donde la composición, el color, el simbolismo y el equilibrio de formas rivalizan para lograr el protagonismo. Sus obras se imprimen de símbolos, pictogramas y letras de difícil lectura pero no exentos de significado, quizás son una manera de expresar aquello que no puede decir en voz alta. En cualquier caso, es una artista que descarta el silencio, y podremos comprender si el mensaje de la obra es positivo o negativo por el gesto, la medida, el trazo y la delicadeza en que están representados. Un universo de pictogramas, una constante en toda su obra, hasta el día de hoy.

Integrante del grupo Signo 76(3) formado por los pintores Albert Casal, Comajú, Costa Salanova, Rey Polo, Pujol Grau i Pilar Perdices, exponen al Palacio de la Virreina de Barcelona. Poco después gana el 1r Premio de dibujo Sant Jordi.

La crítica valora su pintura. Fernándo Gutierrez(4) destaca su capacidad de transmitir el alma mediante un paisaje a partir de simples de ingenuos elementos plásticos, y al mismo, elocuentes a la hora de transmitir una atmósfera misteriosa y profunda.

Para su primera exposición al Taller Picasso de la calle de la Plata en Barcelona en 1976, el poeta Joan Brossa(5), quien de manera habitual visita su taller, le dedica un bello soneto “Atot” (A todo) y le dirige, entre otros, el siguiente verso “y busca dentro tu labrador” invitándola a encontrar su propio camino plástico.

De esta exposición hablan diferentes críticos: Manuel Duran(6) incide en los aspectos más formales en busca de su identidad plástica. Daniel Giralt-Miracles(7) destaca el informalismo matérico, la integración del collage y el signo y la riqueza de texturas. Arnau Puig(8) habla de sus paisajes gestuales, íntimos y subjetivos que nos ofrecen sus temores. Al mismo tiempo, hace referencia a sus franjas próximas Rothko y los collages de Tàpies.

Tàpies no hay duda que es su primer referente, de él aprende que todos los componentes de la pintura son esenciales, también el soporte, y que la obra es el resultado de la suma de elementos como arenas, diferentes teles, el cartón. Pero, en algún momento, se desvincula del maestro en cuanto a que no concibe la obra solo como una superficie, sino que para ella es un espacio que le permite compartir un mensaje personal e incluso autobiográfico (a veces incorpora apuntes a lápiz, modelos hechos cuando estudiaba a Bellas Artes que representan recuerdos, vivencias personales) Esencialmente busca una poética más personal.

El enero de 1977 Manuel Duran(9) escribe que la obra de Perdices es “subliminal y subversiva” y cita a la misma artista “No hay sencillez en mis cuadros, existe una estructura que no es improvisada. Si hay es una simplificación. En los cuadros no hay cosas que podrían estar, pero que no hacen ninguna falta”. De este modo manifiesta que su trabajo es fruto del aprendizaje y la investigación artística e introspectiva.

Ángel Azpeitia(10) hace referencia a la obra de Perdices destacando los elementos gráficos no reconocibles y el carácter de su gesto. Define la pintura de Pilar como “paisajes abstractos”, espacios definidos a partir del uso del color, y la importancia de la materia dado el uso del collage.

A partir del 1977 empieza a tener dificultades para exponer en ciertas galerías y se hace el silencio de la crítica oficial hacia su obra. Aun así, Pilar Perdices se mantiene fiel a sí misma y a sus ideales, y se compromete con su condición de mujer artista, y con el contexto social y político en el que vive. Entre otras acciones, hace donación de un óleo al diario Avui en homenaje a Salvador Puig Antich. Un oleo completamente negro, con unas pequeñas cruces blancas en primer término, que forma parte de una serie de tres cuadros con esta temática. Así es como ella justifica su activa participación social mediante la pintura “ya es una política en sí (se refiere al acto de pintar) un artista por el sol hecho de serlo es un anarquista romántico, él denuncia las injusticias a nivel humano, íntimo. El hombre es el todo, la tierra es nuestra madre, se tiene que vivir con dignidad y respeto” (12)

Continúa recibiendo buenas críticas de voces como M. Teresa Blanch(13) quién le reconoce, entre 1978 y 1979, haber entrado en una prometedora vía de investigación plástica. Joan Junyer (14) destaca la sutilidad del informalismo gestual, subjetivo y personal de Pilar Perdices.


Excluida del grupo “la galaxia de los elegidos” definido por Valeriano Bozal en la obra "Arte del siglo XX en España" donde considera a clásicos artistas como Antoni Tàpias, Josep Guinovart, Joan Hernández Pijuan, todos ellos miembros de Dau al Set, no se siente reconocida como mujer ni como artista. Sin embargo, el apoyo de los artistas Albert Ràfols Casamada y Maria Girona i Benet es de gran ayuda porque de nuevo se valorara la expresión de la obra de Pilar Perdices. A partir de la segunda mitad de los años ochenta Pilar Perdices recupera una posición destacada entre los artistas informalistas.

DÉCADA DE LOS 80, EXPRESIONISMO Y COLOR

Con la nueva década,  alejada de la influencia de Tàpies, encuentra nuevos referentes para su obra como el mismo Ràfols Casamada y sobre todo se acerca a los expresionistas abstractos norteamericanos, Mark Rothko, Jackson Pollock. De Rothko se enamora porque aquello que quiere ser tan plano, el color, en verdad respira “algo” que va más allá de la mancha.

Durante toda la década participa en diferentes exposiciones: en la Galería AB de Granollers (1980); II Bienal Iberoamericana de Arte (1980); Arco 82 (Estand Batik); Colectiva de artistas plásticos “Por la Paz y el Desarme” (1984); en Arco 86 (Galería Tertre); 4ª Feria de Arte Internacional de Arte Moderno Y Contemporáneo de València Interarte con la galería Lleonart (1988)

En 1985 el crítico Fernández Molina denomina la nueva etapa pictórica de Perdices como un “expresionismo espacialista” definida por composiciones motivadas para bandas horizontales. Es en este contexto que empieza a pintar grandes formatos con cartones reciclados realizando los primeros biombos y columnas, denominadas por ella “prisiones de papel”, de las que a diferencia de las prisiones de verdad, son una expresión de aislamiento personal donde uno, solo uno, puede entrar y solo uno, si quiere, puedes salir.

El mismo año la Generalitat de Cataluña le concede una beca para la investigación plástica con la cual desarrolló nuevos trabajos y consolida su lenguaje plástico como dibujante, pintora y grabadora.

Con todo, ella es consciente que su obra no seguía la moda plástica, al margen de las tendencias comerciales, siguesu instinto “No, yo no pinto aquello que se lleva. Mi pintura no sigue las modas; para eso ya estas las modistillas” (15) Seguramente asumió los consejos de su amigo Joan Brossa, defendió ser ella misma y encontrar su propio discurso plástico.

DÉCADA DE LOS  90, CONTINUA EN LA BÚSQUEDA DE SU PROPIO LENGUAJE PLÁSTICO
 

Los noventa se estrenan con una crítica de Corredor Matheos por una exposición a la Galería Tertre (16) “La sensación que ha producido siempre la obra de Pilar Perdices (...) es de recogimiento y sensibilidad. Se rehuye toda estridencia. Los ritmos son sosegados, armónicos. La impresión del conjunto es, al pronto, una sola. Nada nos distrae en este fluir suave y continuo de la pintura pura, en que espacio, signo, materia y color vibran al unísono”

En esta etapa incorpora sus libros sobre papel, que pinta y escribe, y que presenta como libros abiertos que nos invita a mirarlos y leerlos, puesto que nuevamente aborda las atmósferas a la vez que incorpora sus característicos pictogramas y signos.

El año 1993 gana el premio Donart 93, convocado por la Asociación Independiente de Mujeres de Cataluña. Un premio que valora la creación artística realizada por mujeres. Aquel año se proponía un homenaje a Remedios Varo. Con motivo de este premio fue Josep Maria Cadena (17) quién se refirió a su particular lenguaje pictórico basado en grafismos y colores, su combinación de figuración y abstracción, y en conjunto a la amplia y segura trayectoria del artista.

Durante estos años se dedica intensamente al grabado (aguafuerte y litografía) y participa activamente en las acciones del grupo de grabado AAIP FAD, entre otros rinden un homenaje en 1995 a Joan Miró. Con esta acción le reconocen la maestría, con las palabras de Giralt-Miracle  “en arte no hay objetos ni sujetos, solo experiencias” (18) Tal como también entiende el arte Pilar Perdices y lo demuestra a través de su obra.

Los elementos arquitectónicos son elementos recurrentes en su trabajo durante estos años, a pesar de que no era la primera vez que arcos y vueltas eran motivos de sus obras. “Arquitectura de la mente”, elementos que invitan al espectador a atravesar puertas más mentales que físicas. Las obras de esta etapa se ha de relacionar con las columnas de cartón, las prisiones de papel referenciadas anteriormente.

EL NUEVO SIGLO, momento de diferentes antológicas

El año 2001 se celebra un gran antológica en la Pia Almoina (Barcelona). Conchita Oliver (19), como comisaria de la exposición, propone un recorrido histórico de la trayectoria de Pilar Perdices y define su obra como “proyecciones íntimas de estados interiores”.

Una artista ya reconocida, tal como expresa Ramon Casalé (20) cuando repasa su trayectoria ligada al informalismo en la representación de la no forma, una referencia a la abstracción, sin olvidar su  personal universo iconográfico.

También es Ramon Casalé (21) quién reconoce a Pilar Perdices “una nueva manera de entender la pintura de vanguardia desde medios de s. XX hasta hoy día” que parte de la “tendencia informalista“ como nexo de unión “con el arte de vanguardia más comprometido, tanto en el plano social como en el político de la época”.

El año 2005 gana el premio de Dibujo Ynglada-Guillot XLIII edición, el premio Nacional de Pintura Joan Ramon Masoliver y queda seleccionada en el III Premio de Pintura Contemporánea Torroella de Montgrí (Palau Solterra) convocado por la Fundación Vila Casas.

Este mismo año Marta Feli le dedica una nota en la revista Bonart (22) donde revisa 40 años de trabajo de la artista dedicada a la investigación y experimentación que le han permitido desarrollar un trabajo creativo personal, tanto la técnica como los motivos, capaz de comunicar al espectador su particular manera de entender el entorno. Es Joan Gil (23) quién en 2007 invita a disfrutar de la obra de esta artista y de quien destaca la “trayectoria firme y contundente”.

 

En 2008, con una carrera consolidada alejada de su isla, Pilar Perdices es descubierta en la red por M.A. Limón (24), periodista y vocal de la Ateneo de Maó. Encuentra en la red a una artista de quien no tenía ningún conocimiento. Obviamente le llama la atención que sea menorquina. Empezó una relación “epistolar” hasta poner en conocimiento el trabajo de Perdices a Josep Bagur, vocal de Bellas artes del Ateneo quien se encargó de hacer un trabajo de investigación biográfico y pictórico con la colaboración de Antoni Miquel Pons Carreras. Fue el detonante para una gran exposición llamada “Pasan Cosas” que se celebró el 2009 y que llevó las pinturas de Pilar Perdices al Claustro de Carme (Maó) y en la sala El Rosal (Ciutadella); y sus grabados a la sala Ateneo (Maó). La exposición fue organizada por el Consejo Insular de Menorca y el Ateneo Científico Literario y Artístico de Maó.
 

El 2014 fue el año de su antológica al Museo de Arte Contemporaneo Florencio de la Fuente, en la ciudad de Requena, comisariado por Joan Gil. Los últimos años Pilar Perdices ha expuesto su obra en la galería Artemisia, Arte & Tendències donde se encuentra el fondo más importante de su obra.

CIERRE DEL CIRCULO, UNA MUJER ARTISTA EN ACTIVO

Pilar Perdices siempre ha sido una artista anárquica, cogiendo lo que más lo inspiraba de artistas, técnicas y corrientes, para transcenderlas y filtrarlas a través de su propia mirada y su talento. De este modo se salta todas las reglas del arte abstracto: si utiliza los recursos propios de la abstracción, pero al mismo tiempo crea personales paisajes internos, existenciales, subjetivos, expresivos y gestuales. Cómo ella misma dice “Lo que yo hago es una abstracción (…) ciertos espacios, tú te podrías poner dentro del cuadro, cosa muy poética y bonita. Yo considero que la obra te tiene que hacer soñar, ha de haber una especie de diálogo entre ella y tú y te tiene que servir para alejarte de la cotidianidad. Por todo esto yo hago estos espacios imaginarios donde me gusta que la gente se pueda perder”.

Formada en la década de los sesenta, con otras voces femeninas como Concha Ibáñez, Cecília Vidal, Engràcia Casas, entre otras, todas ellas, mujeres artistas que han sido capaces de defender una obra personal en un momento muy complicado por el solo hecho de ser mujeres.

NOTAS:

1 P. Perdices (comunicació personal, abril 2021)
2 Pons, M.A. (2008) Pilar Perdices. Passen coses, p 16
3 Signe 76. Palau de la Virreina del 20 de novembre al 8 de desembre de 1975.
4 Gutierrez, F. (1976) “Pilar Perdices en Art-Inver. ARTE Y ARTISTAS”. La Vanguardia Española
5 Brossa, J. Pilar Perdices Sintes. Exposició d’olis i dibuixos. Taller de Picasso, Barcelona. Del 30 de novembre al 24 de desembre del 1976.
6 Duran, M. (1976) Pilar Perdices (Taller Picasso) Don Pablo, núm 7. Rama Editoral, SA. Madrid.
7 Giralr-Miracle, D. (1976) Pilar Perdices Sintes. Avui.
8 Puig, A. (1977) Pilar Perdices en el taller de Picasso. Artes plásticas, núm. 14.
9 Duran, M. (1977) Pilar Perdices, la subversión. Mundo.
10 Azpeitia, Á. (1978) Galeria Atenas: Pilar Perdices. Heraldo de Aragón.
12 Pons, M.A. (2008) Pilar Perdices. Passen coses, p 20
13 Blanch, M. T. (1979) Pilar Perdices, hábitat para una escritura. Batik. núm. 50, p. 117
14 Junyer, J. (1980) Artes plásticas. Especial Cataluña, núm. 41-42, p. 56
15 Lara Coira, J. “Últimes cerimònies”. Obra citada.
16 Corredor Matheos, J. “La pintura de Pilar Perdices: espacio, signo, materia”. Galeria Tertre, Mataró, 1991.
17 Cadena, J.M. Perdices, Premio Donart 93. El mundo de los sueños. La Casa Elizalde.
18 Giralt-Miracle, D. (1995) Mont-Roig i Miró, una visió plàstica a través del gravat. AAIP FAD. Ajuntament de Mont-roig del Camp, Església Vella.
19 Oliver, C. (2001) La Gestualitat sígnica de Pilar Perdices. Barcelona.
20 Casalé, R. (2002) Pilar Perdices. La constància com a paradigma creatiu. Zerovuitresquarantazero, pp. 21 - 22.
21 Casalé, R. (2005) Barcelona-Madrid-Barcelona. Anar i tornar. Terrassa: Centre cultural Fundació Caixa Terrassa.
22 Feliu, M.(2005) Pilar Perdices. Bonart, núm. 72.
23 Gil, J. (2007) Galeria Joan Rafa Sant Just Desvern, Barcelona.
24 Limón, M.A. (2008, 31 de març) La pintora que internet feu menorquina. Diari de Balears digital.

 


BIBLIOGRAFIA:


• Artemisia, Art & Tendències (Editor) (2013) Visita comentada a "Diàlegs amb la natura" amb Pilar Perdices [vídeo youtube]. Les Franqueses del Vallès, Bcn.
• Limón, M.A. (2008, 31 de març) “La pintora que internet feu menorquina”. Diari de Balears digital.
Recuperat de https://www.dbalears.cat/opinio/2008/03/31/224754/la-pintora-que-internet-feumenorquina.html
• Menorca recupera Pilar Perdices. (2009) Àmbit Revista de cultura, pp. 8-9-10.
• Oliver, C. (2001) La Gestualitat sígnica de Pilar Perdices. Barcelona. Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura.
• Pons, M.A. (2008) Pilar Perdices. Passen coses. Menorca. Consell Insular de Menorca. Departament de Cultura, Patrimoni, Educació i Joventut.
• Pons, M.A. (2016) Pilar Perdices. Obra donada al poble de Menorca. Menorca. Ajuntament de Maó.
• P. Perdices (comunicació personal, abril 2021)

 

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